Hicimos el viaje a Irlanda hace ya unos años, hemos visitado muchos otros lugares después sin embargo éste sigue siendo uno de los viajes que más recuerdo, no solo por sus impresionantes rincones naturales sino también por su gente, por sus tradiciones, por sus castillos, por sus colores, por su historia. Es un gran viaje que recomiendo a todos los que quieran conocer un País que ofrece muchísimo.

Para este viaje, que tenía que ser de nueve días y se convirtió en una ruta de dos semanas, decidimos alquilar un coche en Dublín y desde ahí movernos por toda la República de Irlanda, definitivamente una elección acertada: moverse en coche por Irlanda es la mejor opción aunque te tienes que acostumbrar a conducir por la derecha y con los carriles del revés con respecto a España!

Empezamos el viaje con una canción que me encanta: Celtic New Year de Van Morrison:

 

Cogimos un vuelo con destino a Dublín, ahí nos quedamos dos días y luego empezamos nuestra ruta circular.

Las distancias en Irlanda no son tan largas así que se pueden plantear itinerarios muy interesantes con muchas etapas.

Dublín

Dublín es una ciudad que me ha gustado mucho: llena de vida, de colores, de música y ¡como no! de pubs. La ciudad está literalmente dividida entre zona norte y zona sur por el río Liffey. La zona norte es considerada la zona más humilde mientras que la zona sur es la más rica y está llena de locales. Recomiendo dar un paseo en barco por el río, zarpando desde el muelle del paseo marítimo la ruta dura unos 45 minutos. Aquí te dejo un enlace para ver precios, recorrido y horarios.

Otra visita obligatoria es la Catedral de San Patricio, patrono de Irlanda. Unos años más tarde, durante nuestro viaje a New York me impactaría descubrir que la iglesia ubicada en el corazón de Manhattan tiene un estilo neogótico muy marcado mientras que la de Dublín impacta más bien por su imponente simplicidad.

Tengo que admitir que me impactó mucho más la Catedral de la Santísima Trinidad, la más antigua de Dublín (se construyò en 1028) y una de las más importantes junto con la Catedral de San Patricio. Si tienes tiempo entra a ver su impresionante cripta del siglo XII, ¡merece la pena!

Por supuesto hay que dar un paseo por las dos calles principales de la ciudad: O’Connell Street, una de las avenidas más anchas de Europa, y Grafton Street. Desde ésta última calle puedes ir a dar un paseo en el bellísimo Parque de Saint Stephen’s Green, de estilo victoriano alberga un lago lleno de cisnes y patos. Paseo de desconexión absoluta!

Al lado del parque se encuentra el Centro Comercial Stephen’s Green, merece una visita tanto por si quieres hacer un poco de shopping como para descansar tomando una Guinness o solamente para ver su peculiar estructura interior metálica con su impresionante techo acristalado.

Te recomiendo sacar el Dublin Pass, una solución que te permitirá ahorrar mucho dinero en más de 30 atracciones. Aquí te dejo el enlace.

El río Liffey
Temple Bar
Stephen’s Green Shopping Centre
Catedral de la Santísima Trinidad
St.Patrick’s Park

Connemara

Saliendo de Dublín nos dirigimos hacia el oeste y, antes de parar en Galway nuestra siguiente etapa, fuimos a visitar la Kylemore Abbey, una convento de monjas benedictinas fundado en 1920 sobre la base del precioso castillo de Kylemore en Connemara

Connemara cuyo nombre significa: descendientes de Con Mhac: del mar, es una región que destaca principalmente por sus impresionantes paisajes, que definen mucho la imagen del País. Es una de las zonas de la República de Irlanda donde se sigue hablando el idioma gaélico irlandés, además del inglés.

Kylemore Abbey
Encuentros por el camino
…y otros encuentros por el camino!

Galway

A unos 200 kilómetros de Dublín se encuentra Galway, una ciudad puerto ubicada en la costa oeste justo donde el río Corrib se une con el Océano Atlántico, es una ciudad llena de vida, de música y de colores que me ha encantado! Es bastante pequeña así que se puede visitar en un día, como hemos hecho nosotros. 

Recomiendo callejear por Shop Street, además de sus tiendas con muchísima personalidad, pubs y restaurantes podrás disfrutar de músicos callejeros excelentes!

Por supuesto visitamos la Universidad y la Catedral que parece más bien un castillo que una catedral. Se encuentra en la isla de Nun a la orilla del río Corrib.

Paseando llegamos a Eyre Square y al Lynch’s Castle, un antiguo castillo (ahora es sede de un banco) de propiedad de la familia Lynch, una de las más poderosas familias de Galway.

Uno de los sitios que más nos gustó fue el Barrio Latino que empieza en el Arco Español, un resto de la antigua muralla que iba de la Martin’s Tower hasta la orilla izquierda del río Corrib, justo enfrente de Claddagh ubicada en la otra orilla. 

Claddagh, antigua aldea pesquera, aguarda una bonita leyenda que se remonta a 300 años atrás sobre un anillo con un símbolo que representa el amor y la amistad y cuyo lema es “Let love and friendship reign” (que reinen la amistad y el amor). Entra en una de las muchas joyerías y pregunta por la leyenda, todos estarán encantados de contártela!

Interior de la Universidad de Galway

Cliffs of Moher

Saliendo de Galway nos dirigimos a las famosísimas Cliffs of Moher, unos impresionantes acantilados que se elevan 120 metros sobre el océano Atlántico y se extienden a lo largo de 8 kilómetros. Hay un sendero que recorre los acantilados en toda su longitud.

Los acantilados de Moher toman su nombre de las ruinas del fuerte “Mothar”, que fue demolido durante las guerras napoleónicas para dar lugar a una torre de señales: la O’Brien’s Tower, una torre circular de piedra que fue construida por Sir Cornellius O’Brien en 1835 como mirador. Desde lo alto de la atalaya de la Torre se pueden ver la bahía de Galway y al fondo las montañas de Connemara.

Se trata de las estructuras rocosas naturales más antiguas de Irlanda, los geólogos ubican el periodo de su formación hace 300 millones de años así que no te puedes ir de Irlanda si haberlo visitado!

Limerick

Limerick es una ciudad pequeña muy bonita que se puede visitar en un día. Fue declarada Ciudad de la Cultura en 2014 y efectivamente tiene una creciente actividad cultural, de hecho la ciudad con tres importantes centros culturales: la Limerick City Gallery of Art, el Hunt Museum y el Belltable Theater.

En el corazón de la ciudad, a orillas de río Shannon, se encuentra el King John’s Castle datado 1212. Se trata de uno de los castillos medievales mejor conservados de Irlanda y puede presumir de sus increíbles vistas sobre el río, que se puede cruzar en tres puntos cercanos al centro y recorrer mediante paseos en barca.

En el centro se encuentra también la St. Mary’s Cathedral un templo medieval construido sobre una zona donde antiguamente se reunían los vikingos, y donde en su día se levantaba el palacio de Munster. Fundada en 1168, presume de ser el edificio más antiguo todavía en uso de Limerick.

Como en toda Irlanda, Limerick también está repleta de pubs, la mayoría con música en directo. Entre los más conocidos destacan Nancy Blake’s, Smyths Bar, Whitehouse Bar. Para a tomar una Guinness y disfruta del ambiente.

Y antes de irte te recomiendo parar en el Café Cupcake para probar una de las muchas variedades exquisitas de sus cupcakes. Y como dice el lema de ésta cafetería: “A cupcake a day keeps the blues away” así que ¡a disfrutar!

Lough Gur Heritage Centre y Dingle

Antes de llegar a Killarney, nuestra siguiente etapa, quisimos parar en el Lough Gur Heritage Centre, un centro que relata la historia del asentamiento desde el Neolítico y explica con todo detalle el periodo Celta. El pequeño lago Lough Gur está rodeado de restos arqueológicos, dólmenes y círculos de piedras, merece una parada.

                                                    The stone circle

 

 

 

Seguimos nuestro desvío hasta Dingle y la verdad es que fue todo un acierto, éste pueblecito pesquero tiene un encanto especial empezando por su símbolo: un delfín! La historia de Fungie el delfín, es muy peculiar teniendo en cuenta que los delfines son animales de manada. Sin embargo Fungie vive solo en las aguas de Dingle desde 1983 convirtiéndose así en el símbolo del pueblo.

De hecho hay paseos en barco organizados para ver a Fungie, nosotros no lo hicimos pero aquí te dejo un enlace por si te interesa.

 

 

 

 

Ese día pudimos ver también una carrera de remo en unos barcos antiguos tradicionales, mucho ambiente a pesar del frío!

El puerto de Dingle
Carrera de remo en barcos tradicionales

Killarney

Nuestra ruta sigue en dirección Killarney, un pequeño pueblo que se recorre en unas pocas horas. 

Recomiendo callejear para disfrutar de sus casas coloradas, muy típicas de esta zona.

Como en Limerick, aquí también hay una St. Mary’s Cathedral, una de las iglesias neogóticas más importantes de Irlanda.

A unos 3 kilómetros del centro del pueblo se encuentra el Ross Castle, una casa-torre construida en el siglo XV. Merece la pena desplazarse hasta ahí para disfrutar del precioso entorno del castillo. Desde este punto se puede empezar una ruta por lo que a mi gusto es lo más atractivo de esta zona: el Parque Nacional de Killarney, el primer parque nacional creado en Irlanda en 1932. Una cuarta parte de sus 10.236 Ha está ocupada por los tres lagos de Killarney: Lough Leane, Muckross Lake y el Upper Lake.

En el Parque se encuentra Muckross House, una mansión del siglo XIX construida en estilo Tudor que cuenta con unos jardines perfectamente cuidados. Se puede visitar todo el año.

A 2 kilómetros de Muckross House se encuentran los restos de Muckross Abbey, un monasterio en ruinas cuyo cementerio sigue en uso y aún hoy funciona como lugar de sepultura.

También a unos 2 kilómetros de Muckross House pero por el otro lado se encuentra Torc Waterfall, una cascada de 20 metros de altura. No se trata de la única cascada del parque pero sí de la más visitada.

Sin duda una parada que no se puede perder es la de Ladies View, un mirador que se encuentra a unos 17 kilómetros de Killarney. La leyenda narra que en 1861 Killarney recibió la visita de la Reina Victoria. Durante esta visita, se dice que las damas de compañía de la reina quedaron tan fascinadas con las vistas que le pusieron este nombre al mirador en su honor.

Muckross House
Ladies View

Por supuesto a pesar de estar visitando un parque natural, en el camino encontramos una estupenda tienda de instrumentos musicales y no pudimos no parar! Se trata de The Soundz of Muzic, en Kenmare donde se puede encontrar cualquier instrumento para tocar music irlandesa, desde mandolinas y banjos hasta flautas folklóricas.

 

Cork

De camino hacia Cork paramos en Macroom, un pequeño pueblo que merece una breve parada para ver su Demesne Castle 

 

 

 

pero sobre todo para visitar la Toy Soldier Factory, una tienda de soldaditos de plomo y miles de figuritas que nos hizo hacer un salto en la infancia tal y como se puede apreciar en esta foto…en fin, que nunca nos olvidemos del niño que llevamos dentro!

Finalmente llegamos a nuestra última etapa: Cork que también nos sorprendió por sus rincones mágicos y su historia.

Al norte del río Lee nos encantò el Barrio de Shandon, uno de los barrios históricos y coloridos de Cork, donde se combinan iglesias medievales y arte urbano. En este barrio se encuentra la St. Anne’s Church, iglesia conocida por su torre con sus ocho campanas (Shandon bells) que cualquiera que quiera subir los 132 estrechos escalones, puede hacer sonar!

Al cruzar el río no te puedes perder el English Market, ubicado muy cerquita del Huguenot Quarter, que también merece un paseo. El mercado original data del siglo XVII. Entra y descubre la cultura gastronómica local, no te arrepentiras.

Por supuesto no te puedes ir de Cork sin visitar la St Fin Barre’s Cathedral cuyos orígenes se remontan al siglo VII cuando San Finbarr fundó la ciudad. Vale la pena entrar (es de pago) para ver sus vidrieras y su impresionante órgano.

El rio Lee y las agujas de la St. Fin Barre’s Cathedral

La última visita de nuestro gran viaje fue en Cobh un pueblo que se encuentra en la costa, a poco más de media hora de Cork, y forma parte de su complejo portuario.

Su historia está ligada a la emigración de los irlandeses hacia América, pues desde dicho puerto partieron más de 6 millones de irlandeses entre mediados del siglo XIX y mediados del siglo XX. Pero lo que hace Cobh tan famoso es que ha sido escala del Titanic antes de la tragedia. Se puede hacer una visita en el Titanic Experience un centro que reconstruye la historia del transatlántico y relata muy bien la emigración de los irlandeses.

En Cork termina nuestro viaje por la República de Irlanda, espero te haya animado para ir a conocer este maravilloso País.

¡Hasta la próxima aventura!

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