Hola viajer@! Hoy nos vamos a descubrir la preciosa zona de Cataluña de la Costa Brava, concretamente el Alt Empordà, la parte que se ubica al norte de Girona hasta el confino con Francia.

Figueres

Nuestra ruta ha tenido como punto de partida Figueres, capital de la comarca del Alt Empordà y ciudad natal de Salvador Dalí máximo representante español del movimiento surrealista. La ciudad nos recuerda en cada rincón la presencia del artista catalán empezando por su casa natal un edificio de estilo modernista del año 1898 ubicado en Calle Monturiol, 20 (antiguamente era el numero 6). Actualmente está en obras pero pronto abrirá sus puertas para los visitantes. La Oficina de Turismo, donde poder recopilar toda la información necesaria para una ruta completa por Figueres y los alrededores, por la noche proyecta en su fachada los cuadros surrealistas de Dalí.

Proyecciones en la fachada de la Oficina de Turismo

Pero el gran proyecto del artista es sin duda alguna su Teatro-Museo, antiguo Teatro Municipal destruido durante la Guerra Civil, es el mayor objeto surrealista del mundo. La entrada vale €14 por persona y la puedes reservar aquí. Visitar el Teatro-Museo Dalí es una experiencia única sobre todo para mí que soy una enamorada de los movimientos artísticos de la mitad del siglo XX! Dalí junta con una maestría única elementos, sujetos, épocas y materiales y todo esto se ve reflejando en su museo. La única pena es que había muchísima gente con lo cual no nos pudimos parar a contemplar ciertas obras con el tiempo que nos hubiera gustado. Dicho esto es una visita más que obligada aunque no te encuentres en Figueres por profundizar sobre el genio catalán.

Antes de salir de Figueres recomiendo unas cuantas paradas más por la ciudad para ver la Casa Empordà, la Plaza del Ayuntamiento y la Plaza de les Patates. Mención especial para mí la Iglesia de San Pere construida sobre los resto del edificio románico del siglo X-XI se levantó el actual templo de estilo gótico de una sola nave y sin crucero, todo una belleza!

Por supuesto hay que dar un paseo por la pequeña Rambla contemplando desde distintas perspectivas La cara de Dalí, instalación urbana del artista catalán Xavier Medina-Campeny. A dos minutos de la Rambla se puede tomar un buen aperitivo en El Vermut

Peralada

Saliendo de Figueres nos dirigimos a Peralada pequeña población medieval con un encanto especial. Dadas sus dimensiones muy reducidas se puede visitar en un par de horas dando un bonito paseo.

El principal atractivo turístico y edificio más importante del municipio es el Castillo de Peralada, antigua residencia del siglo XIV de los condes de Peralada. En el recinto del castillo encontramos unos bonitos jardines, que son habitat habitual de cigüeñas muy acostumbradas a la presencia humana (¡pero por favor recordad no darles de comer!). Desde el año 1979, el Castillo alberga uno de los casinos más conocidos de Catalunya, el Casino de Peralada. También alberga el Festival Castell Peralada, fundado en 1987 y considerado una de las manifestaciones artísticas más importantes de la época estival española.

Justo al lado del Castillo se encuentra el Convento del Carmen, que alberga el Museo del Castell de Peralada. Aquí se encuentra el conjunto de museos más importante de la localidad, que incluye el Museo del vidrio y la cerámica, con la colección privada más importante de España, la Biblioteca, con más de 80.000 volúmenes y la colección cervatina de más de 1.000 ejemplares de El Quijote, y el Museu del Vino.

Adentrándonos en el casco antiguo, cruzando el Portal del Conde podemos ver la Iglesia de Sant Martí. A pesar de que el actual templo fue construido a finales del siglo XVIII y es de estilo neoclásico, algunas excavaciones arqueológicas han descubierto en el lugar un pequeño templo pre-románico de principios del siglo IX. Seguimos la ruta y llegamos a la Plaça Gran, centro neurálgico de la vida del pueblo y en el que se encuentra el edificio del ayuntamiento. Peralada también tenía un barrio judío situado justo al lado del Convent del Carme, se puede ver paseando por Call Jueu.

Besalú

Aunque no pertenezca al Alt Empordà sino a la comarca de La Garrotxa, no pudimos no desviar nuestra ruta hacia Besalú, un conjunto histórico-artístico medieval considerado como uno de los mejores conservados de Cataluña. Tengo que admitir que la entrada triunfal por su puente románico sobre el río Fluvià es impresionante pero entrando por el portal la sensación ha sido menos autentica que en Peralada. Se trata de un pueblo muy turístico y quizás ver tantas tiendas con souvenirs medievales le ha restado una pizca de encanto para mí. Dicho esto, merece la pena una visita para ver la Iglesia del monasterio de Sant Pere del siglo XII, la Iglesia de Sant Vicenç del siglo XII, donde se conserva una capilla gótica lateral dedicada a la Vera Cruz; la casa de Cornellà, monumento románico del siglo XII y la sala gótica de la Cúria Real. Mención especial a la judería, y en especial el Miqvé (o casa de baños rituales) es, junto con el de Girona, el único rencinto de baños judíos descubierto hasta ahora en la Península Ibérica. 

Y si eres amante del arte circense o simplemente te llama la atención este mundo mágico tienes que visitar Circusland, un edificio que ocupa el espacio donde antiguamente estaba la Casa del Abad del Monasterio de Sant Pere dónde se ofrece al visitante la historia de los 250 años de circo a través de un recorrido por las diferentes disciplinas de la pista: acrobacia, equilibrios, magia, malabares, trapecio…La entrada vale 5,90€ para los adultos y 3,90€ para los niños y se pueden comprar aquí

Si tienes tiempo y quieres descubrir todos los secretos y leyendas de este pueblo con encanto puedes hacer un tour gratuito pinchando aquí.

La entrada a Besalú

Llançà y El Port de la Selva

Llançà es un pequeño pueblo de pescadores situado al norte del Alt Empordà muy cerca de la frontera con Francia. Se le conoce por su costa salvaje con calas pequeñas y agradables y por estar rodeado de unos espacios naturales únicos: el Cap de Creus y la Albera. Aquí se alberga desde 1989 el Museo de la Acuarela, único en toda Cataluña, con una colección pública de acuarelas con la donación por parte del pintor José María Martínez Lozano de un centenar de acuarelas en el Ayuntamiento de Llançà. Este pueblo es ideal para dar un paseo, comer buen pescado y darse un baño en las cristalinas aguas de sus playas.

Al lado de Llançà se encuentra El Port de la Selva otro municipio situado al norte del Cap de Creus que se extiende desde el Rec de Feliu hasta la cala de Galladera siguiendo la costa. Otro lugar relajante donde disfrutar del mar y de la buena comida (al final del post dejo mis recomendaciones de dónde comer!).

El Port de la Selva bajo la luna


El Cap de Creus, último contrafuerte de los Pirineos, donde se asienta el pueblo, tiene una morfología con costas escarpadas resultantes de la acción erosiva del mar y el viento que originan una costa articulada con calas pintorescas, cabos elevados y promontorios abruptos, así como varias islas. En 1998 se creó el Parque Natural del Cap de Creus, que protege poco más del 90% del término municipal. Dentro de este ámbito, además de espacios de alto interés natural, hay un importante patrimonio arquitectónico que nos permite seguir la historia del lugar, destaca especialmente el imponente monasterio de Sant Pere de Rodes, uno de los numerosos testigos de la arquitectura románica catalana y quizás uno de los más sofisticados arquitectónicamente. El Monasterio alberga desde hace veinte años otro festival estival, el Festival de Música de San Pere de Rodes, con una programación de conciertos de piano y música de cámara.

Cadaqués

Nuestro viaje por el Alt Empordà lega a su fin con otra parada imprescindible: la pintoresca Cadaqués y la Casa-Museo de Dalì en Portlligat.

Cadaqués es el pueblo más oriental de la península ibérica y su corazón tiene origen en la edad media. Desde entonces, por su geografía cara al mar y aislada por las montañas Puig de Paní y el Puig de Bufadors, vive casi separado del resto de la comarca hasta finales del siglo XIX.

Considerada la cantidad de gente que en los meses de verano colapsa el pueblo, el plan más aconsejable es aparcar donde buenamente se pueda (hay dos parkings a la entrada del pueblo pero en verano suelen estar siempre a tope) y subir hasta la iglesia de Santa María o ir hasta el Faro de Cala Nans y, desde lo alto, contemplar la espléndida vista de la bahía. Nosotros queríamos parar a cenar en el Restaurante Talla pero nos asustamos viendo la cantidad de gente que había y decidimos volver a cruzar la montaña para bajar en El Port de la Selva y cenar ahí en un ambiente más tranquilo y también muy acogedor y agradable.

Cadaqués al atardecer

Por supuesto la visita a Cadaqués va de la mano con la visita de la Casa-Museo de Dalí en Portlligat, un rincón suspendido en un tiempo pasado donde hemos podido disfrutar una vez más del espíritu artístico del excéntrico surrealista catalán. Sin duda una visita mucho más personal que la del Teatro-Museo de Figueres ya que aquí se puede respirar más la vida de Dalí. Su estudio con todas sus herramientas como si él estuviera aún ahí y con  estos ventanales mirando al mar me ha impactado mucho!

Las vistas desde la Casa-Museo de Dalí

Nuestro fin de semana por la Costa Brava y bajo el espíritu surrealista de Salvador Dalí termina aquí. Desafortunadamente no nos dio tiempo ir a visitar el Castillo Gala Dalí en Púbol pero nos hemos enamorado tanto de esta zona que seguramente volveremos con más tiempo para acabar de visitar todo lo que ofrece el Alt Empordà.

Espero te animes tu también a conocer esta maravillosa parte de Cataluña. ¡Hasta la próxima, viajer@!

Dónde comer

En Cataluña en general se come muy bien pero aquí os quiero recomendar unos sitios que nos han gustado especialmente:

En Figueres os quiero recomendar Yako un sitio de comida japonesa (sí, me salto toda la gastronomía catalana!) muy rico y variado. Me encanta la comida japonés y definitivamente este lugar es entre los mejores que he probado.

En El Port de la Selva definitivamente tienes que ir a comer o cenar a Bar Gus, pescado excelente, productos fresquísimos, vinos muy ricos y no te puedes ir sin probar la tarta tatín, no se te olvidará en la vida!!

A unos 5 kilómetros de Peralada merece mucho la pena el Restaurante La Muga, todo riquísimo y el personal muy atento. En Peralada pueblo nos han recomendado también el Restaurante Cal Sagristà pero las dos veces que intentamos reservar estaba lleno…

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